Siempre he tenido una debilidad por lo que llamo "personas kamikaze". Las llamo kamikaze porque estrellan su avión (de estructura personal), pero se estrellan contra vos, y morís con ellas.

Y en cuanto surge alguna posibilidad de arreglo, algo se enciende en mi mente. Algo dramático o estético me atrae, y voy tras esa persona. Hay cierto ambiente dramático, y eso hace que me enamore de la persona, o que me enamore de la situación de alguna manera. Claro que no me ha ido muy bien con eso, no ha sido ninguna maravilla...

¿Por qué elige uno personas inadecuadas? Yo tengo un par de teorías sobre ésto:

Una es que, en el fondo, uno sabe que no va a funcionar y así sufre. Y de esa forma expía algún tipo de remordimiento o culpa por algo que ignoro.

La otra es que, al igual que todos, nos criamos entre películas y novelas donde el amor imposible es romántico.

Teatro VS Cine VS Realidad

En general me gusta el cine. No fui al teatro hasta mi adolescencia. Pero me encantaba ir al cine, mirar películas. Porque en donde yo vivía, la realidad no era tan maravillosa. Y uno podía pagar unos centavos y de pronto ahí en frente tuyo había penth houses y mujeres hermosas y hombres valientes.
Era otro mundo, era fantástico. Lamentablemente no era real. Pero era muy seductor. 
Y era genial dejar el mundo de la escuela, los problemas, y entrar al cine. Y siempre miraba dos películas, por lo que por las próximas cuatro horas me transportaba a otro lado. 
Hasta hoy recuerdo la sensación desagradable: En verano hace mucho calor en la ciudad, y cuando terminaba el cine, salía, al calor, y adentro estaba oscuro y fresco y mágico.

¿Pueden creerlo? ¿Qué cosa me poseyó?
Esta búsqueda en la vida por algo que nos da la ilusión de sentido para mitigar el pánico. 

Cualquier otro

Lo más difícil para mí era decidir quedarme con alguien. Pensar: éste es el hombre con el que voy a pasar el resto de mi vida. Decidir que voy a hacer el esfuerzo por quedarme y resolver las cosas y no correr cuando haya un problema, es muy difícil para mí.

Le dije que no podría ser sólo de un hombre el resto de mi vida. Era mentira, pero lo dije de todas formas. Él me preguntó que si me creía una ardilla porque juntaba hombres como frutos secos para el invierno. Me pareció chistoso. Luego dijo algo que hirió mis sentimientos. El tono cambió drásticamente. Luego entendí mal lo que decía. Creí que decía que ya no me amaba y que quería terminar.

Siempre me fascina como la gente pasa de amarse con locura a nada en absoluto. Duele mucho.

Cuando siento que alguien me va a dejar, tiendo a terminar con ellos primero antes de oírlo todo.

Aquí está, uno más, uno menos. Otra historia de amor desperdiciada.

Realmente amaba a éste.

Cuando pienso en que se acabó, en que nunca volveré a verlo así... Bueno, sí, me toparé con él, conoceremos a nuestros nuevos novios y nos portaremos como si nunca hubiéramos salido. Luego, cada vez iremos pensando menos en el otro, hasta que nos olvidemos completamente. Casi.

Siempre es igual para mí: separación, depresión; bebida, aventuras. Conocer a un sujeto, luego a otro. Tener sexo para olvidar al importante. Y después de unos meses de vacío total, empezar de nuevo a buscar al amor. Buscar por doquier desesperadamente y, después de dos años de soledad, conocer a un nuevo amor y jurar que él es el definitivo hasta que él se va también.

Fuimos a un recital y él miraba al cantante y yo miraba fascinada a uno que hacía sonidos raros con un serrucho desde el fondo. ¿Me entendés lo que te digo?, mirábamos literalmente en dirección opuestas.

Me gustan los sonidos de la madrugada.

La perciana de madera crujiendo por el cambio de temperatura.
El viento soplando a través de los ventanales mal cerrados.
El gasto de energía de aparatos tecnológicos esforzándose por no dejar de funcionar.

Kierkegaard decía que el problema de la vida es que se la vive para adelante pero se la entiende para atrás.

Magia

Si hay algún tipo de magia en este mundo debe estar en el intento de entender a alguien compartiendo algo. 
Lo sé, es casi imposible tener éxito, ¿pero a quién le importa realmente? La respuesta debe estar en el intento.

Aquí estoy, te traigo mis cicatrices,
palabras sobre papel pentagramado.
No te fijes mucho en lo que dicen,
me encontrarás en cada cosa que he callado.

Cara B

Sacale energía al odio, al desprecio, al rechazo.
Ponela en amar, aceptar, incorporar, crecer, ser más, ser mejor.

A nadie le queda bien tanto repudio. Estás poniendo demasiada energía en rechazar. Tratá de usarla para descubrir el lado B (eso que no estás viendo), y no en odiar más eso que ya te desagrada.

¿Viste esa gente que se sorprende (para mal) con todo lo que no es común y corriente? Aspiran a una utopía. Y una aburrida. Lo numeroso le quita el sabor a imposible.

Luciana les dice a sus amantes que se dejen crecer la barba porque le gusta la sensación que le produce en el sexo oral.
Magdalena cree que Gonzalo es bueno porque hace chistes tontos.

Era de amar

Era de fumar y reir,
era de saber esperar,
era de salir a buscar,
no era una mirada cualquiera: 

era de amar.

Los dos sabemos que nos pensamos; y, por momentos, me atrevo a decir, con seguridad, que en ese instante nos estamos pensando mutuamente. Pero no lo digo ni lo decimos.

La ciudad era triste y gris, pero veía las cosas con más claridad. Escribía mucho, ideas, cosas nuevas. Me tomó un tiempo saber por qué me sentía diferente. Y un buen día, caminando, me di cuenta de que me había olvidado de mis viejos hábitos.

Tomo el mismo colectivo todos los días a la misma hora y siempre absolutamente todos los pasajeros con quienes comparto el viaje me son completamente desconocidos.
Cuando vivís en ciudades monstruo te acostumbrás a esto de estar rodeado de gente y completamente solo a la vez. Sos sólo un numero. Sos el 22avo pasajero del 132 q pasó a las 21.30 por Córdoba y Junín.

Del olvido

Siempre me siento rara porque no puedo olvidar así como así.
La gente puede tener amantes o relaciones serias, terminan y se olvidan. Cambian de pareja como de marca de cereales.
Yo siento que nunca podré olvidar a ninguno. Porque cada uno tenía su punto. Nunca podés reemplazar a nadie. Lo pasado, pasado está.
Siempre sufro al acabar una relación, no me recupero del todo.
Por eso temo involucrarme, duele demasiado. Ya ni siquiera tengo amantes, porque añoraría las cosas más triviales. Me obsesiono por nimiedades.
Cuando era chica, mi madre me contó que una vez me siguió porque siempre llegaba tarde al colegio. Yo estaba allí viendo como caían las castañas sobre la acera, las hormigas en fila o la sombra de las hojas en los troncos. Detalles. Con la gente me pasa lo mismo. En ellos veo pequeños detalles, tan particulares, que me conmueven y siempre los echaré de menos.
Cada uno tiene su belleza particular.

Onírico

Anoche soñé que me mataban de tres balazos en la cabeza.
Tirada en el piso, pensaba:
"¿Así se siente?
¿Cuál va a ser mi último pensamiento?
¡Rápido, algo importante!
...nada.
Bueno, eso debe ser que no me quedó nada pendiente, estoy en paz. Eso es bueno.
¿Y ahora qué pasará? ¿Se terminará todo? ¿No voy a pensar más, nunca jamás? ¿Razonar, existir?"
Y aparecía en algo todo blanco... Como si se hubiera terminado todo menos mi existiencia.
Un inmenso e infinito nada.

En algún punto, creo que no sólo elegimos personas inadecuadas por esta enseñanza típica aprendida de novelas y películas donde sólo el amor imposible es romántico. Sino también porque de esa manera uno se asegura de que va a sufrir, y así expía algún tipo de remordimiento o culpa. Uno sabe, en el fondo, que no va a funcionar y así sufre.

Por eso es que después de que te rompen el corazón, tenés el nivel ideal de vulnerabilidad para ser feliz con alguien más.

Volver a cometer los mismos errores y volver a sacar las mismas conclusiones.

Se olvidan de que la vida es para disfrutar, no padecer. Se olvidan de que todos los días eligen lo que van a hacer ese día. Se olvidan de que el tiempo y empeño que le ponen a algo no tendría que ser una distracción de una realidad que no les hace bien, sino ser parte de la realidad en la que sos feliz.

Me importa que sea pasional.
Amor-odio, no es tan distinto.
La ansiedad que despierta el enamoramiento, la intolerencia y la poca capacidad de darle un cierre a pesar de tener intenciones de hacerlo -con la mente, con la lógica-, no tan diferente.
La idealización, la decepción ante una respuesta inesperada, no están tan alejados.

Me importa que sea desenfrenado, vertiginoso.
Me importa que no despertarte algo de forma incontrolable se reduce a lo menos romántico que me puede pasar en la vida.

Pude encontrar dentro del círculo perfecto que algunas figuras asimétricas expresan la conformidad de algo incierto y muy confuso. Casi tan confuso como buscar algo a tientas en la oscuridad. Respiro otra vez y observo la gran ciudad mientras una intensa lluvia derrama la agonía de quién toma el último sorbo de un delicioso café...

Fue en esa época que nos encontramos. Ambos estábamos buscando nuestros caminos cuando ellos se cruzaron.

Y todo iba bien hasta que se enamoró de ella, y ella se enamoro de él.

Él sabia que no era su hombre, ella sabia que no era su mujer. Aun así, se entregaron el uno al otro, dejando en manos de la vida la responsabilidad de separarlos cuando llegase el momento. Ésto, en vez de disminuir la entrega, hizo que los dos viviesen cada instante como si fuese el último, y el amor entre ellos pasó a tener la intensidad de las cosas que se tornan eternas porque saben que van a morir.

Hasta que un día ella encontró a otro hombre. Un hombre que no conocía las tradiciones, y que tampoco tenia el punto luminoso en el hombro, o el brillo en los ojos. Pero ella se enamoró, ya que el amor tampoco respeta razones.