domingo, 4 de marzo de 2012

Me importa que sea pasional.
Amor-odio, no es tan distinto.
La ansiedad que despierta el enamoramiento, la intolerencia y la poca capacidad de darle un cierre a pesar de tener intenciones de hacerlo -con la mente, con la lógica-, no tan diferente.
La idealización, la decepción ante una respuesta inesperada, no están tan alejados.

Me importa que sea desenfrenado, vertiginoso.
Me importa que no despertarte algo de forma incontrolable se reduce a lo menos romántico que me puede pasar en la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario