lunes, 5 de diciembre de 2011

Dejarte llevar por la corriente. Hacer porque te dijeron que así había que hacer. Cumplir con mandatos familiares que no son propios. Cumplir con horarios y nada más que eso. Que tu rutina esté repleta de distracciones de tu vida anímica. Y conformarte con eso.

Eso es lo que yo no quiero.
Por eso es que vos y yo no podemos tener nada.

Yo no quiero perder conciencia.
Pensar demasiado es sólo un defecto cuando desencadena en limitación. (Me pasa, no digo que no.)
Pero me gusta pensar en lo que hago, me gusta reparar en los pasos que voy dando, me gusta mejorar, me gusta superarme a mí misma. Me encantaría ser cada vez mejor.

Me leo de acá a unos años, y hasta de acá a unos meses (pocos), a veces hasta a días, y me da vergüenza, porque no me encuentro en esas palabras.
Y después recapacito y pienso que es positivo.

Ojalá nunca me conforme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario