sábado, 24 de julio de 2010

¿Sabés qué? Atacarme no te hace mejor persona. Y lo más probable es que tampoco te haga más feliz.
Por el contrario, creo que sigue achicando la persona que sos.
Porque una buena persona, una persona honorable, no pensaría que la única forma de ser feliz, es haciendo que los demás estén peor que uno.

Qué esconderás detrás de esa seguridad fingida, impuesta obligadamente por el que alguna vez fuiste...

Los cambios físicos, son eso. Físicos. Una apariencia.
Transmite lo que uno ve a primera vista.
Cuando la mirada es constante, y profunda, y real, se ve, paradójicamente, la realidad.
Y tu realidad es triste.

No me malentiendas. Me encantaría que no lo fuera.
Porque sé que tampoco sos esta persona. Sos simplemente alguien que sufre mucho.
Y me animo a decir que hasta me encantaría poder ayudarte. Pero no te gusta que te ayuden. Te gusta pretender ser superhéroe. Te gusta simular que las cosas no te afectan, porque estás en superación constante.
No te miento cuando te digo que me encantaría que eso sea real. Pero los superhéroes no existen. La mayoría de nosotros dejamos de creer en ellos en la niñez. Claro que siempre habrá alguien con ganas de seguir viviendo en un mundo de fantasías...

Dejame decirte que mientras no lo sea, y mientras necesites a alguien, voy a acompañarte con todo el placer del mundo, si es que así lo querés. Porque sí, y no tan en el fondo, te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario